A menudo se piensa que los temas relacionados con la salud cardiovascular son asuntos de la edad adulta. Sin embargo, en la infancia y la adolescencia la prevención y detección oportuna de condiciones de riesgo son primordiales. Esto incluye la identificación y manejo adecuado de las alteraciones de los lípidos en la sangre, específicamente el colesterol y los triglicéridos.
¿Qué es el colesterol y qué son los triglicéridos?
Son diferentes tipos de grasas que circulan en la sangre. Tienen funciones importantes en el organismo. Los triglicéridos almacenan energía. El colesterol forma parte de la estructura de las células, de algunas hormonas y de la bilis. Sin embargo, cuando se elevan los niveles de estas grasas, aumenta el riesgo de que se presenten placas de ateroma que son lesiones al interior de los vasos sanguíneos que a largo plazo pueden generar obstrucción y problemas graves como infartos y trombosis.
¿Los niños pueden tener altos el colesterol y los triglicéridos?
Sí. Los niveles elevados de estas grasas (llamado dislipidemia) pueden aparecer a cualquier edad. Sin embargo, no es frecuente en bebés y niños pequeños. Con la llegada de la preadolescencia y la adolescencia el riesgo se va incrementando progresivamente.
¿Todos los tipos de colesterol son iguales?
No. Existen diferentes tipos de colesterol circulando en la sangre. En general se realiza medición del Colesterol Total (que es la suma de todos los tipos de colesterol contenidos en el plasma), del colesterol de baja densidad (LDL) y el de alta densidad (HDL). El colesterol LDL tiene mayor potencial para crear placas de ateroma, por eso coloquialmente se le conoce como “malo” mientras que el HDL ayuda a proteger el sistema cardiovascular, y se le llama con frecuencia “colesterol bueno”.
¿Por qué se suben el colesterol y los triglicéridos?
Existe una importante predisposición genética para este tipo de alteraciones. Por lo tanto, si los padres o los abuelos tienen dislipidemia, aumenta el riesgo de que las siguientes generaciones lo presenten también. Por otra parte, ciertos factores en el estilo de vida, relacionados con la alimentación, el sedentarismo, el sobrepeso y la obesidad pueden contribuir a tener estas alteraciones.
¿A quiénes debería tomarse exámenes de colesterol y triglicéridos en la infancia?
Idealmente, todos los niños entre 9 y 11 años deberían tener al menos una medición de colesterol y triglicéridos. En ocasiones puede ser necesario hacerlo antes, especialmente si existen factores de riesgo como:
Sobrepeso u Obesidad
Enfermedades crónicas (por ejemplo; diabetes, hipertensión arterial, enfermedad renal, trasplantes, lupus, VIH, entre otras)
Consumo de algunos medicamentos como esteroides o diuréticos - Historia familiar de riesgo: - Alguno de los padres, abuelos, tíos o hermanos que hayan presentado:
Infarto
Evento cerebrovascular
Angina
Stent coronario
Angioplastia
Muerte súbita por problemas cardíacos
En el caso de las mujeres, antes de los 65 años y en el caso de los hombres, antes de los 55 años
En niños menores de 3 años no se recomienda la medición de colesterol y triglicéridos, excepto que exista alguna indicación puntual determinada por un especialista.
¿Cuál es el tratamiento para la dislipidemia?
El tipo de tratamiento se orienta de manera individualizada, considerando la situación particular de cada niño o adolescente. Se tienen en cuenta elementos como la edad, si existen o no otras enfermedades, la historia familiar, entre otros. Con esto se determina si el riesgo cardiovascular es alto, medio o bajo, y de acuerdo a esto se dan las respectivas recomendaciones y el seguimiento. Siempre se incluyen consejos sobre hábitos de vida saludables. En ocasiones es necesario emplear medicamentos específicos.
¿Qué medidas preventivas se pueden tomar para mantener unos niveles saludables de colesterol y triglicéridos?
Los hábitos de vida saludables tienen múltiples ventajas y beneficios para la salud. Uno de ellos, es ayudar en el mejoramiento del perfil lipídico (es decir el conjunto conformado por colesterol de alta densidad (HDL), baja densidad (LDL) y los triglicéridos). Incluye:
Realizar actividad física 60 minutos al día
Limitar el tiempo en pantallas (televisión, celulares, computadores, tabletas)
Consumo de frutas y verduras: 5 porciones diarias entre ambos
Evitar bebidas azucaradas
Consumo de agua
Evitar consumo de paquetes y ultra procesados
Preferir carnes magras y limitar el consumo de carnes rojas
Consumo de aceites vegetales (como el aceite de oliva), limitando el uso de grasas saturadas (mantequillas, margarinas)
Mantener un peso saludable
Conclusiones
-La infancia y adolescencia son etapas de la vida clave para adoptar estilos de vida saludables que permitan prevenir la aparición de enfermedades cardiovasculares.
Las alteraciones del colesterol y los triglicéridos pueden aparecer en cualquier momento de la vida, especialmente en niños cuya historia familiar sugiere una susceptibilidad genética aumentada para este tipo de trastornos.
El seguimiento médico por un profesional en pediatría y en endocrinología pediátrica es fundamental para identificar y abordar oportunamente estas situaciones.
Nelly Johanna Silva Oviedo Médico Pediatra Universidad Nacional de Colombia . Endociencia
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